Afganos venden órganos y a sus hijos para poder sobrevivir

Tras la llegada de los talibanes a Afganistán, los afganos enfrentan una difícil situación económica y social, tanto que los ha llevado a conseguir dinero sin importar qué tengan que hacer.

Familias desplazadas en un campamento ubicado en Balj han denunciado que se están viendo obligados a vender a sus hijos y algunos de sus órganos para poder sobrevivir en la dura temporada de invierno que se avecina.

Según relatan estos afganos, un niño puede llegar a costar 1.250 euros, mientras que un riñón, el cual suele ser el órgano más vendido, cuesta 1.850 euros.

Estas familias viven actualmente en Mazari Sharif. Incluso, uno de los afganos aseguró que tuvo que vender un riñón para salvar la vida de su hija que se encontraba enferma, pues cuando fue trasladada al hospital, los médicos dijeron que no había posibilidad de pagar el tratamiento con el poco dinero que tenía.

Por su parte, el jefe del comité de caridad responsable del campo de desplazados, Mohamad Sadiq Hashimi, ha pedido a los empresarios nacionales que impulsen los esfuerzos para ayudar a las personas necesitadas en todo el país.

Además, según la ONG, se estima que casi todo el país llegue a un nivel de pobreza extrema y más de la mitad de los afganos se enfrenten a niveles críticos de hambre.

Incluso, los niños llegan a las clínicas y demás refugios desesperados por tener qué comer, algunos solo logran alimentarse con un pan a la semana y bajo las cobijas para mantenerse calientes por la temporada de invierno.